Se producen generalmente entre el nudo y el carpo o entre nudo y tarso.
Etiologia: En todos los casos es de origen traumática, derivado de innumerables tipos de accidentes que sería imposible enumerar.
Las lesiones pueden producirse como resultado del retroceso sobre un objeto cortante, o de patadas a elementos capaces de provocar soluciones de continuidad; el corte de los tendones puede suceder también durante una carrera cuando el caballo es alcanzado por otro que viene atrás; en todos estos casos, las lesiones se producen sobre el miembro postenor.
A su vez, el caballo puede automutilarse al cortar el área tendinosa de su miembro anterior por la acción traumática de las agarraderas de la herradura colocada en el miembro posterior del mismo lado.
Signos: Se encuentran todos los grados de lesiones. En algunos casos sólo se secciona el tendón del flexor superficial, mientras que en otros se incluye también el flexor profundo, e incluso el corte del ligamento suspensorio. Si la división se produce por encima de la mitad del metacarpo o metatarso, también podrá seccionarse la brida cárpica o társica.
Si solamente se corta el tendón del flexor superficial, se aprecia un descenso anormal del nudo cuando el peso se ejerce sobre el miembro enfermo.
Cuando se seccionan ambos tendones, el descenso del nudo será marcado, y cuando el miembro soporta peso, la pinza del casco se desviará hacia arriba (muestra la suela).
Si la herida provoca la división de ambos tendones y el ligamento suspensorio, el nudo tomará contacto con el suelo.
Si la herida lleva ya algún tiempo de producida, puede haber infección a nivel de las vainas tendinosas; estaremos entonces ante una tendosinovitis supurativa, existiendo además un grado variable de inflamación en el miembro enfermo. La infección favorece la formación de tejido fibroso y disminuye la posibilidad de una recuperación completa.
La claudicación, que en general es severa, variará de acuerdo con la severidad y antiguedad de la herida. En algunos casos, la herida estará muy desgarrada, mientras que en otros será de tipo inciso, como si hubiera sido realizada con un cuchillo.
Diagnóstico: Los signos en general son obvios, pero deberá determinarse cuáles son las estructuras comprometidas, observando la actitud del pie en el apoyo y explorando la herida.
Tratamiento: Si la herida seccionó los 2 tendones y el ligamento suspensorio, el tratamiento en general es impracticable y en muchos casos está indicada la eutanasia.
Si, en cambio, la herida es reciente y sólo abarca el tendón superficial, hay que higienizar bien y prepararla para cirugia reparadora.
Si se intenta suturar el tendón, el animal debe colocarse en decúbito lateral y bajo los efectos de anestesia general; la herida se extiende longitudinalmente sobre la cara posterior del tendón. La sutura tendinosa debe seguir la técnica adecuada para la sintesis de este tipo de estructura. El tejido subcutáneo y la piel se suturan, y el miembro del tarso o carpo hacia distal se coloca en un yeso de tal forma que el carpo y las falanges queden en flexión. Esto se hace con el objeto de aliviar las tensiones sobre los tendones flexores. El pie debe mantenerse en el yeso durante 4 a 6 semanas, cambiándose las veces que sea necesario, con el objeto de prevenir la necrosis de piel. Luego de extraído el yeso pueden utilizarse herraduras de talones elevados y aparatos ortopédicos para evitar que la sutura se suelte.
Si ambos flexores están seccionados, o si también lo está el ligamento frenador distal, debe aplicarse anestesia general, y preparar la herida para cirugía. La herida se ampliará lo suficiente hasta lograr una buena visualización de los tendones, y éstos se suturarán utilizando las técnicas de sutura apropiadas (Bunell). Después de la reparación del tendón y del cierre de la herida, ésta debe ser protegida con una gasa estéril recubierta de vaselina, y el miembro se acolcha en forma abundante para colocarle un vendaje de yeso que, incluyendo el casco, llegue hasta el tarso o carpo, de forma tal que el nudo y las falanges queden flexionadas. Después de 4 a 6 semanas con el yeso, se aplica al miembro un vendaje de soporte, y se coloca una herradura que dé apoyo al nudo. La herradura también se puede utilizar cuando sólo está seccionado el flexor superficial. Se mantiene la herradura en uso durante 3 a 6 meses, de acuerdo con el grado de mejoría que experimente el caballo y se cambia cada 4 a 6 semanas. Después de esta herradura puede utilizarse otra, provista de prolongaciones de 5 a 7 cms. de longitud a nivel de los talones, hasta que el nudo recupere su resistencia normal. Como cualquier tipo de herida, está indicada la aplicación de ATB por vía sistémica, y en este caso durante los 7 dias posterior a la cirugia.
La sutura tendinosa es menos importante cuando el tendón se cortó en una zona donde no hay vaina (zona de paratendón). Cuando los tendones se cortan dentro de las vaina, la cicatrización se retarda mucho.
Pronóstico: Es de reservado a desfavorable, dependiendo fimdamentalmente de la cantidad de estructuras comprometidas. Si están seccionados ambos tendones y el ligamento suspensorio, el pronóstico será desfavorable, y la presencia de tendinitis supurativa lo hará todavía más destavorable.
Si los vasos que llevan sangre a la zona están cortados puede desarrollarse gangrena.
Cuando un tendón se secciona parcialmente o es contundido por una lesión cercana, se deforma y debilita, y puede cortarse hasta varios días o semanas después por tensiones normales.
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